"Pero seguimos caminando, nos agachamos y pasamos un vado, nadamos ahogándonos en el fango, trepamos arrastrándonos por malignos paredones lisos. Lloramos y nos desanimamos, gemimos atemorizados y aullamos con llanto doloroso. Pero seguimos adelante, caminamos y padecemos, caminamos y nos abrimos paso a mordiscos."
"Ellas sí que estaban a la altura debida, no al nivel del piso, pero tampoco tan endemoniadamente arriba y lejanas como yo; no entre la gente y tampoco tan aisladas. Además, eran muchas. Supe entonces que ellas representaban una felicidad que yo no había alcanzado aún."
Una sucesión de sueños, Hermann Hesse.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario