18 de marzo de 2007

Las palabras en negrita, (by Tango, Niko, Pausé and me) dieron lugar a esto...

Delicada

Esa extraña sensación, ausente por años, recorrió fríamente mi cuerpo otra vez. Creí inútilmente que no sería necesario afrontarla nuevamente. Pero me equivoqué.

Otra vez caigo, de nuevo esta gran peste logra invadir mi mente. Me impide razonar, me debilita. Me destruye al igual que un zapato aplastando a una inútil y asquerosa cucaracha.

Me creí capaz de aguantar, de negarme a ésta helada sensación que ahora corre por mis venas. Estaba segura de que había logrado guardarla bien profundo en mi conciencia, junto a la remembranza del motivo de su descubrimiento. Y no, es inevitable, soy un desastre, ¿Cómo pretendo hacer algo bien?

¡Un ruido! Es como un asqueroso graznido, ¡No! Es esa puta puerta. Otra vez él, insiste en salvarme. No logra entender que es él el motivo de todo esto. No le entra en la cabeza que no es de mí de quien me tiene que salvar, sino de él mismo.

Realmente todo me sale horriblemente mal, no lo va a entender nunca y ya no le puedo mentir. ¡Esta jeringa de mierda! Siempre me olvido de ocultarla. Ya es tarde…

Por última vez llega triunfante de nuevo, creyéndose el gran salvador, cuando es en realidad un perfecto asesino.

¡Por última vez, sí! Soy un desastre, pero hasta una estúpida como yo puede aprender después de tantos intentos fallidos.

La próxima me va a salir bien. La próxima vez, será lo único que lograré hacer bien.